Deidad que según los lapones se encuentra más cerca del cielo estrellado.
Como está relacionado con la columna que sostiene el firmamento, también es el encargado de perpetuar la vida. Le entrega a Madderakka el alma de los niños nonatos, y lleva el alma de los difuntos al reino de los muertos. También fue objeto de un culto fálico; todos los años se embadurnaba su estatua con los genitales y la sangre de un reno macho. Debido a que su culto tiene varias características escandinavas, los investigadores le han atribuido ese origen.
Enciclopedia Universal. 2012.