En la Iglesia católica, día que conmemora a todas las almas de los cristianos en el purgatorio.
Celebrado el 2 de noviembre, fue instituido por Odilo (m. 1049), abad de Cluny, en el s. XI, y ya en el s. XIII la ceremonia era generalizada. La fecha empalma con el Día de Todos los Santos, para que tras el recuerdo de los santos en el cielo se siga con la conmemoración de las almas que esperan ser liberadas del purgatorio. La doctrina católica sostiene que las oraciones de los fieles en la Tierra ayudarán a purificar esas almas con el fin de prepararlas para el cielo.
Enciclopedia Universal. 2012.