En música, ajuste de una fuente sonora, como una voz o una cuerda, para producir el tono (o altura) deseado en relación con un tono dado, y la modificación de esa afinación para atenuar la disonancia.
La afinación asegura un buen sonido para un par de notas dadas; el temperamento altera la afinación a fin de asegurar un buen sonido para cualquier par de notas. Dos cuerdas que vibran suenan mejor juntas si la razón entre sus longitudes se puede expresar mediante dos números enteros pequeños. Si dos cuerdas vibran en una razón de 2:1, las vibraciones siempre coincidirán y de este modo se reforzarán mutuamente. Pero si vibran en una razón de 197:100 (muy cerca de 2:1), se anularán mutuamente tres veces por segundo, creando pulsaciones audibles. Estas pulsaciones son las que hacen que un sonido se oiga "desafinado. Debido a que una nota obtenida con una razón no coincidirá necesariamente con la misma nota creada mediante la aplicación reiterada de otra razón, se debe alterar la afinación de algunos intervalos para permitir la afinación perfecta de otros o alterar en forma ligera la afinación de todos los intervalos. La primera opción fue el fundamento de varios sistemas empleados antes de 1700, entre ellos, la llamada "entonación justa. Después de 1700 ha prevalecido la segunda opción mediante el arreglo conocido como "temperamento igual, en el que todos los pares de notas adyacentes poseen razones idénticas.
Enciclopedia Universal. 2012.