Imaginativas interpretaciones europeas de los estilos chinos en el diseño de interiores, mobiliario, alfarería, textiles y jardines.
En los s. XVII–XVIII, la expansión del comercio con Asia oriental despertó un vivo interés por la moda china. El más notable ejemplo de interiores chinescos fue el Trianon de porcelana (1670–71), construido para Luis XIV en Versalles. El estilo presentaba un abundante uso del dorado y del laqueado, del azul y del blanco (como la cerámica de Delft), formas asimétricas, perspectiva heterodoxa y motivos asiáticos. En el s. XIX, la moda dio lugar al estilo turco y a otros que se consideraron exóticos.
Enciclopedia Universal. 2012.