Afección cardíaca que se traduce en la acumulación de líquido en los pulmones y otros tejidos corporales.
Se relaciona sobre todo con la retención de agua y sal en los tejidos más que con la reducción directa del flujo sanguíneo. La sangre se apoza en las venas (congestión vascular), porque el corazón no bombea con la eficiencia suficiente para permitirle que retorne. Puede variar desde síntomas mínimos hasta edema pulmonar agudo, o un estado de choque que lleve rápidamente a la muerte. Los estados crónicos, de gravedad variable, pueden durar años. Los síntomas tienden a empeorar con los intentos del organismo de compensar la afección, pues con ello se crea un círculo vicioso. El paciente tiene dificultad para respirar, inicialmente durante los esfuerzos, y más tarde incluso en reposo. El tratamiento se orienta a aumentar la fuerza de las contracciones del miocardio, reducir la acumulación de líquido y suprimir la causa subyacente de la insuficiencia.
Enciclopedia Universal. 2012.