Uso de materiales refractarios en un edificio para prevenir el derrumbe de la estructura y permitir la salida segura de sus ocupantes en caso de incendio.
Los grados de refractariedad de diversos materiales y construcciones se establecen con pruebas de laboratorio y generalmente se especifican en términos de las horas que deberían soportar la exposición al fuego. Las ordenanzas de construcción exigen el uso de materiales como el concreto para aislar los marcos estructurales de acero, la construcción con elementos refractarios (p. ej., con el uso de bloques de hormigón) alrededor de las salidas, el uso de materiales antideflagrantes para trabajos de terminación, como alfombrado y revestimientos de las paredes, y el uso de materiales intrínsecamente refractarios, como el hormigón armado y la madera densa.
Enciclopedia Universal. 2012.