En economía, la práctica de fijar el precio de un producto igual al costo adicional (marginal) de elaborar una unidad más del producto.
El productor cobra un monto igual al costo de los recursos económicos adicionales. Esta política se emplea para mantener un precio de venta bajo o para mantener un negocio funcionante durante un período de pocas ventas. Dado que los costos fijos, como el arrendamiento y el mantenimiento de un edificio, deben pagarse independientemente de que la empresa produzca o no, si ésta experimenta dificultades temporales puede decidir continuar produciendo y vender el producto al costo marginal, ya que las pérdidas no superarán a las que sufriría si detuviera la producción.
Enciclopedia Universal. 2012.