Reino de Toledo
El Reino de Toledo fue una de las taifas de Al-Andalus. Su historia hasta su ocupación es significativa como exponente de los métodos empleados por los reyes cristianos y de las dificultades musulmanas. Surge de la descomposición del Califato de Córdoba el 22 de julio de 1035. Al-Zafir fue el primer monarca de este linaje hasta el 1043, luchó contra los cordobeses para mantener la independencia. Luego reinó Al-Mamún de Toledo, quien solicita la ayuda de Fernando I de Castilla contra Sulaymán ben Hud de Zaragoza; veinte años más tarde, los toledanos, atacados por Fernando, compran su tranquilidad mediante el pago de parias. Atacado a su vez al-Mamún de Valencia, prefirió pedir auxilio a al-Mamún de Toledo antes que aceptar el control castellano, pero el nuevo auxiliar sólo se limitó a deponer al valenciano y a unir ambos reinos (1064), con la aquiescencia de Fernando I. Toledanos y sevillanos aspiraban a unir a sus dominios la antigua capital del califato, que será agregada al Reino de Sevilla en 1070. El nuevo rey castellano, Alfonso VI, siguió una política de apoyo a todos contra todos en su exclusivo beneficio: con la ayuda de al-Mutamid de Sevilla derrotó al granadino Abd Allah y le obligó a pagar parias (1074), al tiempo que apoyaba a al-Mamún de Toledo para que ocupara el Reino de Córdoba en 1075. Al-mamún se convirtió así en el rey más importante de la Taifa de Toledo anexionando a Toledo, Córdoba y Valencia. En 1075 fue envenenado en Córdoba. Asumiendo el reinado su nieto Al-Qadir.
Enciclopedia Universal.
2012.