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Cueva ubicada cerca de Santander, en el norte de España, famosa por sus magníficas pinturas y grabados prehistóricos. Las pinturas, fechadas en 14.000–12.000 BC, fueron descritas por primera vez en 1880. La cueva de Altamira tiene una longitud de 270 m (890 pies).
El techo de la cámara principal está cubierto de pinturas, principalmente de bisontes, en brillantes colores rojo, negro y violeta. También hay otras figuras de un estilo más simple, como jabalíes salvajes, caballos y una cierva, además de ocho grabadas de figuras antropomórficas y numerosas impresiones y bosquejos de manos. Los artefactos grabados, así como otros restos materiales encontrados, sugieren que el sitio pudo haber sido un centro de reuniones durante ciertas estaciones del año. See also arte rupestre; cultura magdaleniense.
Enciclopedia Universal. 2012.