(Bharat Juktarashtra)
► Estado de Asia meridional que ocupa la mayor parte del llamado subcontinente indio. Limita con las regiones autónomas del Tíbet y de Xinjiang y con los estados independientes de Nepal y Bhután al N; Birmania, Bangla Desh (que forma un enclave dentro de la India) y la bahía de Bengala al E; el océano Índico al S; el mar Arábigo al O, y Pakistán al NO. Su extensión es de 3 165 596 km2 con un total de 1 014 003 900 h. La capital es Nueva Delhi. La moneda oficial es la rupia india y la religión mayoritaria, el hinduismo. Los idiomas oficiales son el hindi y el inglés. El territorio indio se ha estructurado en tres unidades básicas: el Himalaya, la llanura Indogangética y la meseta meridional del Deccán. Su clima presenta características tropicales y subtropicales. Existe una gran diversidad de dominios vegetales: vegetación escalonada (Himalaya), bosque tropical en las áreas más lluviosas de la depresión y de la península, estepa y sabana en las regiones áridas del NO, y bosques y manglares en los deltas. Los ríos de la India pueden agruparse en los de la cuenca del Himalaya (Ganges, Brahmaputra e Indo) y los de la cuenca del Deccán (Krishna y Cauvery). Los pueblos de la India proceden de sucesivas invasiones. Actualmente, la población de la India está formada, básicamente, por dos grandes grupos étnicos: negroide o drávida y blanco o indoeuropeo. La existencia de castas es uno de los aspectos más característicos de la sociedad india; el hecho de pertenecer a una u otra puede determinar la situación social, el oficio, la residencia, etc. Es el segundo país más populoso del mundo. El rápido incremento demográfico durante el s. XX (de 236 millones de habitantes en 1901, ha pasado a más de 1 000 millones a principios del s. XXI) plantea graves problemas, pues el crecimiento anual sobrepasa al de la producción alimentaria. Este rápido incremento se debe a la persistencia de una alta natalidad, pese a una mortalidad también muy elevada, aunque con una progresiva tendencia a decrecer. Otros aspectos importantes de la situación demográfica son una alta mortalidad infantil y la brevedad de la esperanza de vida. La mayor parte de la población es rural. Las ciudades más populosas son Delhi, Calcuta, Bombay y Madrás. La agricultura constituye la principal actividad económica del país, que, junto con la pesca y la industria forestal, proporciona casi la mitad del producto nacional bruto. Produce arroz, trigo, maíz, ragi (cereal forrajero), algodón, yute, té, café, caña de azúcar, caucho y tabaco. La cabaña ganadera vacuna de la India es la mayor del mundo, pero su rendimiento en leche es extremadamente bajo y, además, el consumo de esta carne está prohibico por la religión hindú, predominante en el país. La leche que más se produce es la de búfalo, seguida de la de vaca y, en menor grado, de cabra y oveja. Cuenta con minas de carbón, hierro, manganeso y bauxita. Posee un gran potencial explotable de energía hidroeléctrica y genera energía nuclear. Son importantes la industria textil, siderúrgica, naval, de fertilizantes, cemento, plomo, aluminio, mecánica (material ferroviario, motores eléctricos), maquinaria industrial y tecnológica.
► HISTORIA Las más antiguas huellas de actividad humana en el subcontinente indio nos son suministradas por hallazgos de guijarros tallados y lascas de hace unos 400000 años. Hacia mediados del II milenio a C hubo una primera penetración de los arios (pueblo indoeuropeo) en la península indostánica, que se consolidó en su mitad septentrional. El extremo S de la península quedó al margen de estas influencias y desarrolló una cultura autóctona: la de los drávidas. Las expediciones del Imperio persa, de finales del s. VI a C, y de Alejandro Magno, en 326 a C, pusieron el valle del Indo en contacto con el mundo mediterráneo; la relación entre hinduismo y helenismo se mantuvo durante siglos. Al mismo tiempo, uno de los reinados arios, el de Magadha, abordó una primera fase de unificación imperial. En el s. IV a C reapareció una Magadha, un fermento de unidad con la dinastía de los Gupta. Con ellos se impuso el hinduismo por todo el N del subcontinente. Entretanto, el país dravidiano del S, que había ido siempre culturalmente a remolque del N, al estar libre de invasiones desarrolló una variante del hinduismo, la cultura tamil, que difundió hacia Ceilán e Indochina. En la escena política, pasaron los siglos hasta que se produjo un nuevo impulso centralizador, impuesto por un invasor musulmán. La penetración islámica del s. X fue protagonizada por turcos seminómadas recién islamizados. La India del s. XV estuvo fraccionada en estados regionales, sultanatos musulmanes o reinos hindúes restaurados. A mediados de siglo, el Imperio de Vijayanagar consiguió englobar a todos los reinos del centro de la península, basando su cohesión en un potente ejército que desalentaba las veleidades autonómicas. En 1498 Vasco de Gama desembarcó en Calicut, con lo que abrío la era de las relaciones entre Europa y Oriente sin la mediación del islam. En el s. XVI los mongoles anexionaron el N de la India a su Imperio centroasiático. Los «grandes mongoles» constituyeron, durante un siglo y medio, un imperio que englobaba casi todo el subcontinente indio y Afganistán. El símbolo de la magnificencia alcanzada por la dinastía de soberanos mongoles fue el mausoleo llamado Taj Mahal. Entretanto, la presencia europea se diversificaba y consolidaba, y las grandes compañías comerciales (británicas, holandesas y francesas) se disputaban el predominio en los negocios sobre el propio terreno de la India, diplomática e incluso bélicamente. En los años sesenta del s. XVIII Inglaterra había vencido a sus competidores y la East India Company dominaba los enclaves estratégicos, lo que abría ante ella la posibilidad de una verdadera conquista. Hacia 1819 ésta ya se había completado en lo esencial. Los dos pilares del Imperio británico fueron el ejército y un reducido, pero muy eficaz, cuerpo de funcionarios. Pese a la fundación del Congreso Nacional Indio en 1885, el movimiento nacionalista no obtuvo amplios apoyos hasta la Primera Guerra Mundial. La cohesión alcanzó un grado preocupante para los británicos cuando Mahatma Gandhi catalizó con su discurso de no violencia todos los movimientos de masas y lanzó las campañas de no cooperación (1921-22) y de desobediencia civil (1929-31). La minoría musulmana empezó a temer por su futuro en un país independiente de mayoría hindú. En la década de 1930, la Liga Musulmana, comandada por Muhammad Ali Jinnah, empezó a reclamar la creación de un Estado musulmán, Pakistán. En 1947 se decretó oficialmente la independencia de los estados de la India y Pakistán (este último dividido en Occidental y Oriental). Varios conflictos empeoraron las relaciones entre las dos comunidades y se produjo un baño de sangre con cientos de miles de muertos (entre ellos Gandhi, asesinado por un hindú fanático). Mientras tanto, India edificaba su Estado: en 1946 se eligió una Asamblea Constituyente que elaboró una carta federalista y parlamentaria, puesta en vigor en 1950. El país se ha visto mezclado en varios conflictos bélicos; los dos más importantes fueron una pugna fronteriza en 1962 con China, y, en especial, el cuarto conflicto con Pakistán, en 1971, esta vez a causa del apoyo indio a la independencia del Pakistán Oriental. Desde las primeras elecciones de 1950 y hasta 1967, el Partido del Congreso dominó la escena política. Su creador y auténcia eminencia gris de la República Federal de la Unión India, Jawa Harlal Nehru, fue primer ministro hasta su muerte en 1964; continuó su obra Lal Bahadur Shastri, que murió en 1966. A Shastri le sustituyó la hija de Nehru, Indira Gandhi, en un primer mandato desde 1966 a 1977, que se prolongó al ganar las elecciones de 1980. Indira Gandhi fue asesinada por su escolta sij en 1984, lo que desató atroces represalias contra esta secta en todo el N de la India. Algunos meses después, Rajiv Gandhi era elegido en sustitución de su madre, y también fue asesinado en 1991 por independentistas tamiles de Sri Lanka. A su muerte, Narasimha Rao ocupó el cargo de primer ministro. En las elecciones de 1996 el nacionalista partido Bharatiya Janata consiguió una mayoría insuficiente para gobernar. El presidente del país encargo entonces formar gobierno a H. D. Deve Gowda, al frente de la coalición de izquierdas Frente Unido. Éste fue sustituido al año siguiente por Inder Kumar Gujral. En 1999 los nacionalistas moderados encabezados por A. Behari Vajpayee ganaron las elecciones generales. En 2004 el Partido del Congreso se impuso en las elecciones y, tras la renuncia de Sonia Gandhi a la jefatura del gobierno, Manmohan Singh fue nombrado primer ministro. La India está constituida como una República Federal Soberana, asociada a la Commonwealth. La integran veintidós estados y nueve territorios. Permanece en vigor la Constitución de 1950, con distintas reformas.
► BELLAS ARTES La lengua literaria de la India antigua fue el sánscrito, lengua de los Vedas, libros sagrados del hinduismo. Hasta los ss. XIV y XV, el sánscrito sólo tuvo una pequeña competencia en la literatura tamil, y su decadencia únicamente fue efectiva en el s. XIX. El budismo se difundió en dialecto pali, el más próximo al sánscrito clásico. En la actualidad, las dos principales lenguas literarias son el hindi y el urdu. La primera obra en hindi moderno fue el Premsagar de Lallul Lal (1810), y bajo influencia de la novela europea, el Godhan de Premchand (1936). El poeta nacional de Pakistán, Muhammad Iqbal (m. 1938), es el más ilustre escritor en urdu. Entre las lenguas literarias del S de la India, la más extendida es el tamil, desarrollado en baladas históricas, dramas y cantos, donde el texto se oculta tras la danza o la mímica. Por último cabe decir que durante el s. XX se mantuvo una corriente de literatura escrita en inglés, en particular en Bengala, llamada indo-anglian: destacan en este estilo M. R. Anand, R. Rao y el poeta N. Ezekiel. Pero, a pesar del idioma, los temas y estilos son genuinamente indios. El representate actual más conocido de esta corriente es Salman Rushdie (Versos satánicos). La creación artística de la India tiende a la armonía universal, a constituir un conjunto coherente equivalente a la ordenación del mundo. De esta manera, el simbolismo cosmológico y el respeto a la tradición definen el arte indio, tanto hinduista como budista. La arquitectura brahmánica se basa en la teoría de que el templo (o el palacio) es una réplica de la «montaña sagrada», pivote que sostiene y sobre el que giran los tres elementos del mundo: la tierra (patios cuadrangulares en torno al santuario), las montañas (recintos concéntricos en torno al patio), y el océano (fosos que rodean el conjunto). La disposición de estos templos parece fijada definitivamente en el s. VIII. La forma típica de monumento conmemorativo (el stupa) es una cúpula semiesférica coronada por un parasol y rodeada de un espacio de la circunvalación limitado por una balaustrada. Entre los ss. I y IV tres centros artísticos dominan el subcontinente: Gandhara, Mathura y Amaravati, todos ellos dedicados a la representación humana de Buda. La reunificación política que significó el Imperio Gupta (ss. IV y V) propició un gran desarrollo artístico, que se prolongó más allá de la propia dinastía y que se ha considerado la época clásica del arte hindú. El estilo gupta, que sincretiza los tres anteriores, se caracterizó por la pureza de líneas, armonía de proporciones y la idealización del cuerpo humano. Entre los santuarios rupestres de época gupta destacan las grutas de Ajanta (ss. II al VII); las más modernas están decoradas con pinturas murales de carácter místico. Los vihara se agrandaron y los caitya se cubrieron profusamente con estatuas con una iconografía original. En la vertiente brahmánica, el estilo gupta se manifestó excepcionalmente en los conjuntos de Elephanta y Ellora, donde se constató el crecimiento y la creciente complejidad de los santuarios. Al final de la época gupta se creó el tipo de templo que predominó en el período posterior, el sikhara. Del sincretismo de las culturas musulmana e hindú surgió el estilo pathan, en el que cúpulas, arcos y alminares llegaron a la perfección. Este estilo alcanzó su plenitud en el s. XIV, el «período mongol», con construcciones como las mezquitas de Delhi y Lahore y el Taj Mahal (s. XVII). A partir del s. XII se generalizó la escultura al dios Shiva. La arquitectura evolucionó hacia formas cada vez más complicadas con una riqueza decorativa excesiva (templos de Srinagar y Madura). El arte contemporáneo ha alcanzado su mayor desarrollo en la pintura, a pesar de la división provincialista de los artistas. En arquitectura, se ha buscado la colaboración de renombrados extranjeros (Le Corbusier, Ponti, Stone) para concebir un urbanismo adaptado a las necesidades actuales. El cine indio, dejando al margen al director Satyajit Ray, constituye una industria muy pujante poco conocida en Occidente. En la década de 1930 nacieron las grandes productoras que impusieron su carácter mercantilista. Del festival Internacional de Delhi de 1952 surgió una generación concienciada, como es el caso de directores como R. Kapoor, Prakash Akora y B. Roy. La escuela bengalí cultivó el cine social que ha revolucionado el cine indio a partir de S. Ray, con directores como M. Sen o R. Ghatak.
Enciclopedia Universal. 2012.