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► Estado de Europa septentrional. Limita al N y al O con el mar Báltico, al E con Rusia y al S con Letonia. Su extensión es de 45 100 km² con un total de 1 520 000 h. La capital es Tallinn. La moneda y el idioma oficiales son, respectivamente, la corona estonia y el estonio. La religión mayoritaria es el protestantismo. Es el más septentrional y el más pequeño de los Países Bálticos. Situado en el extremo NO de la gran llanura rusa, presenta un relieve prácticamente llano. Encuadrado por el golfo de Riga al E y el de Finlandia al N, el país posee más de 3 500 kilómetros de costas y alrededor de 1 500 islas. El clima es continental, moderado por las influencias oceánicas. Dos terceras partes de la superficie están cubiertas de prados y el resto se halla ocupado por bosques de coníferas. Atraviesan el territorio numerosos ríos costeros, cortos y poco caudalosos, el más largo de los cuales es el Narva. También abundan los lagos. El país es el menos poblado de los estados bálticos, con poco más de un millón y medio de habitantes, y posee un 61,5% de población autóctona con una lengua ugrofinesa y un 30% de minoría rusa. La capital, Tallinn, es el principal centro demográfico y económico del país. La principal actividad económica ha sido la ganadería bovina y porcina que, junto con la explotación de los bosques y la pesca constituye la base de numerosas industrias. Las industrias se concentran en el sector químico, el electrónico y de montaje mecánico.

► HISTORIA Situada en los confines del espacio alemán, sueco y ruso, Estonia ha estado integrada a lo largo de los siglos en uno u otro escenario, pero ha sabido conservar su identidad finesa. Alemanes, daneses, polacos y finalmente rusos controlaron sucesivamente el territorio, formando una sociedad feudal que no cambiaría hasta inicios del s. XX. Durante la Revolución de 1905, el movimiento Joven Estonia dio a conocer las primeras reivindicaciones autonomistas. Tras la Primera Guerra Mundial, Estonia pudo acceder a la independencia en 1918 bajo un régimen democrático. Sin embargo, en 1939 los nazis y soviéticos firmaron el Tratado de no agresión, o Pacto Molotov-Ribbentropp, que en una de sus cláusulas secretas concedía Estonia, Letonia y Lituania a la Unión Soviética. Las tropas enviadas por Moscú ocuparon el país en 1940 y se formó la República Socialista Soviética de Estonia. La conquista nazi supuso un corto período de independencia que finalizó en 1944, cuando las tropas de la U.R.S.S. ocuparon el país. La política de Stalin se concretó en deportaciones masivas a Siberia y en una permanente represión. La política de Mijail Gorbachov acabó con la proclamación de la independencia del país en 1991 tras un aumento de la movilización de los partidos nacionalistas y la instauración de la República de Estonia. En marzo de 1995 una coalición de centroizquierda ganó las elecciones legislativas desplazando del poder a los liberales. En las elecciones de 1999 venció el Partido de Centro, liderado por el ex comunista Edgar Savisaar. En 2001 Arnold Rőuőutel fue elegido presidente de la República. En marzo de 2004 Estonia ingresó en la OTAN y en mayo en la Unión Europea.

País de Europa nororiental.

Está constituido por una región continental y unas 1.500 islas e islotes en el mar Báltico. Superficie: 43.431 km² (16.769 mi²). Población (est. 2002): 1.359.000 hab. Capital: Tallinn. Los estonios constituyen alrededor de dos tercios de la población. Los rusos suman casi un tercio, y existen grupos minoritarios de ucranianos, finlandeses y belorusos. Idioma: estonio (oficial). Religiones: ortodoxa estoniana, luterana y metodista. Moneda: corona. La región es baja, con colinas, numerosos lagos, bosques y ríos. Tiene un clima húmedo y de temperaturas moderadamente frías. La economía es principalmente industrial; produce petróleo, maquinaria, bienes metálicos manufacturados y materiales de construcción. Se destaca por sus textiles, y el trabajo en madera es una importante actividad tradicional. Es una república unicameral; el jefe de Estado es el presidente y el jefe de Gobierno, el primer ministro. Fue invadida por los vikingos en el s. IX AD y más tarde por los daneses, suecos y rusos, pero los estonios lograron resistir los asaltos hasta que los daneses tomaron el control en 1219. En 1346, la corona danesa vendió su soberanía sobre Estonia a la Orden Teutónica, que por entonces estaba en posesión de Livonia (Estonia meridional y Letonia). A mediados del s. XVI Estonia fue dividida una vez más: Estonia septentrional capituló ante Suecia, y Polonia obtuvo Livonia, que entregó a Suecia en 1629. Rusia adquirió Livonia y Estonia en 1721. Cerca de un siglo más tarde, fue abolida la servidumbre de la gleba. Desde 1881, Estonia fue sometida a un intenso proceso de rusificación. En 1918 obtuvo su independencia de Rusia, la que se mantuvo hasta que la Unión Soviética ocupó el país en 1940 y la convirtió a la fuerza en república federada de la URSS. Alemania se apoderó de la región (1941–44) durante la segunda guerra mundial, pero al restablecerse el régimen soviético en 1944, la economía de Estonia fue socializada e integrada nuevamente a la Unión Soviética. En 1991, junto a otros integrantes de la ex URSS, proclamó su independencia, y a continuación realizó elecciones. En el s. XXI Estonia continuó negociando con Rusia para fijar su frontera común, y se unió a otros estados bálticos para tratar de obtener la admisión a la Unión Europea.