En las obras de ficción literaria, modalidad narrativa que se propone dar cuenta del flujo continuo de impresiones –visuales, auditivas, táctiles, asociativas y subliminales– que dan forma y contenido a una conciencia individual.
Para representar la actividad mental, con su libre asociación de ideas e imágenes, el escritor incorpora retazos de pensamiento y construcciones gramaticales caóticas o incoherentes. William James acuñó el término en Principles of Psychology [Principios de psicología] (1890). Durante el s. XX, los escritores que deseaban reflejar el flujo de conciencia de sus personajes utilizaban el procedimiento del monólogo interior, que representa una secuencia de pensamiento y sentimientos. Algunas novelas en que el flujo de conciencia desempeña un papel importante son el Ulises de James Joyce (1922), El ruido y la furia (1929), de William Faulkner y Las olas, de Virginia Woolf (1931).
Enciclopedia Universal. 2012.