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ofic. Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
País de Europa occidental, que comprende Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia, y Gales) e Irlanda del Norte.
Superficie: 244.101 km2 (94.248 mi2). Población (est. 2002): 60.178.000 hab. Capital: Londres. La población está compuesta de ingleses (el principal grupo étnico), escoceses, irlandeses y galeses e inmigrantes de India, Antillas, Pakistán y Bangladesh. Idiomas: inglés (oficial), también galés y gaélico escocés. Religiones: Iglesias anglicana de Inglaterra y presbiteriana de Escocia (establecidas); iglesia no establecida en Irlanda del Norte o Gales (metodista y bautista); catolicismo y protestantismo, Islam, judaísmo, hinduismo y sijismo. Moneda: libra esterlina. El país tiene colinas, tierras altas, llanuras y regiones montañosas. Los depósitos minerales de hierro y estaño, alguna vez la base de la economía, se han agotado o no son rentables, y la explotación de carbón, por largo tiempo un elemento esencial de la actividad económica, comenzó a declinar en forma constante en la década de 1950 y empeoró con el cierre de los piques en la década de 1980. Las reservas de gas natural y petróleo frente a las costas son significativas. Los principales cultivos son cebada, trigo, remolacha azucarera y papas. Entre las principales industrias manufactureras están las de vehículos motorizados, equipos aeroespaciales, equipos procesadores de datos y de telecomunicaciones electrónicos y productos petroquímicos. También la pesca y la industria editorial son actividades económicas importantes. El Reino Unido es una monarquía constitucional bicameral; el jefe del Estado es el soberano y el jefe del gobierno el primer ministro. Los primeros habitantes anteriores a los romanos en Gran Bretaña (ver Stonehenge) fueron pueblos de habla celta, entre ellos los bretones de Gales, los pictos de Escocia y los bretones de Bretaña. Los celtas también se asentaron en Irlanda 500 BC. Julio César invadió y controló la región en 55–54 BC. La provincia romana de Britania perduró hasta el s. V AD e incluyó las actuales Inglaterra y Gales. En el s. V, tribus nórdicas de anglos, sajones y jutos invadieron Gran Bretaña. Las invasiones tuvieron poco efecto en los pueblos celtas de Gales y Escocia. El cristianismo comenzó a florecer en el s. VI. Durante los s. VIII y IX, los vikingos, en particular los daneses, incursionaron las costas de Gran Bretaña. A fines del s. IX Alfredo el Grande rechazó una invasión danesa, que ayudó a la unificación de Inglaterra bajo Athelstan. Los escotos consiguieron dominar Escocia, que finalmente se unificó bajo Malcolm II (1005–34). Guillermo de Normandía (ver Guillermo I) se apoderó de Inglaterra en 1066. Los reyes normandos establecieron un fuerte gobierno central y un estado feudal. La lengua francesa de los gobernantes normandos finalmente se fusionó con el anglosajón de la gente común para formar el idioma inglés. A partir del s. XI, Escocia cayó bajo la influencia del trono inglés. Enrique II conquistó Irlanda a fines del s. XII. Sus hijos Ricardo I y Juan sin Tierra tuvieron conflictos con el clero y los nobles, y finalmente Juan fue obligado a garantizar concesiones a los nobles en la Carta Magna (1215). El concepto de comunidad del reino se desarrolló durante el s. XIII, sentando las bases del gobierno parlamentario. Durante el reinado de Eduardo I, se desarrolló la ley estatutaria para complementar el common law inglés y se convocó al primer Parlamento británico. En 1314, Robert de Bruce (ver Roberto I) ganó la independencia de Escocia. La casa de Tudor se convirtió en la familia gobernante de Inglaterra tras la guerra de las Rosas (1455–85). Enrique VIII estableció la iglesia de Inglaterra e incorporó a Gales como parte de Inglaterra. El reinado de Isabel I inició un período de expansión colonial; en 1588, las fuerzas británicas derrotaron a la Armada Invencible enviada por España. En 1603, Jacobo VI de Escocia ascendió al trono inglés, convirtiéndose en Jacobo I, quien estableció una unión personal entre ambos reinos. Las guerras civiles inglesas estallaron en 1642 entre realistas y parlamentaristas, las que culminaron con la ejecución de Carlos I (1649). Después de 11 años de dominio puritano bajo Oliver Cromwell y su hijo (1649–60), la monarquía fue restaurada con Carlos II. En 1689, tras la Gloriosa Revolución, el parlamento proclamó a Guillermo III y María II como soberanos en forma conjunta, quienes aceptaron la Declaración de derechos británica. En 1707, Inglaterra y Escocia aceptaron el Acta de Unión, que dio origen al reino de Gran Bretaña. Los Hannover ascendieron al trono inglés en 1714, cuando Jorge Luis, elector de la Casa de Hannover, se convirtió en Jorge I de Gran Bretaña. Durante el reinado de Jorge III, las colonias norteamericanas de Gran Bretaña obtuvieron su independencia (1783). Esta fue seguida de un período de guerra con la Francia revolucionaria y más tarde con el Imperio de Napoleón I (1789–1815). En 1801, la legislación unificó Gran Bretaña con Irlanda para crear el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Gran Bretaña fue la cuna de la Revolución industrial a fines del s. XVIII, y mantuvo el poderío económico predominante a escala mundial hasta fines del s. XIX. Durante el reinado de la reina Victoria, la expansión colonial británica alcanzó su punto culminante, aunque los dominios más antiguos, entre ellos Canadá y Australia, obtuvieron su independencia (1867 y 1901, respectivamente). El Reino Unido entró a la primera guerra mundial aliada con Francia y Rusia en 1914. Tras la guerra, desórdenes revolucionarios estallaron en Irlanda, y en 1921 se le reconoció el estatus de dominio al Estado Libre de Irlanda (ver Irlanda). Sin embargo, los seis condados de Ulster se mantuvieron en el Reino Unido como Irlanda del Norte. El Reino Unido entró a la segunda guerra mundial en 1939. Tras la guerra, el Estado Libre de Irlanda se convirtió en la República de Irlanda y abandonó la Commonwealth. A India también se le reconoció su independencia del Reino Unido. A lo largo del período de posguerra y en la década de 1970, el Reino Unido continuó reconociendo la independencia de sus colonias ultramarinas y sus dependencias. Junto a tropas de la ONU, participó en la guerra de Corea (1950–53). En 1956 intervino militarmente en Egipto durante la crisis del canal de Suez. Se integró en 1973 a la Comunidad Económica Europea, precursora de la Unión Europea. En 1982 derrotó a Argentina en la guerra de las Malvinas. Como consecuencia de continuos conflictos sociales en Irlanda del Norte, se unió a Irlanda en varias iniciativas de paz, las que finalmente concluyeron en un acuerdo para establecer una asamblea en Irlanda del Norte. En 1997, los referendos aprobados en Escocia y Gales devolvieron el poder a ambos países, aunque ambos permanecieron como parte del Reino Unido. En 1991, el Reino Unido se unió a una coalición internacional para revertir la ocupación de Kuwait por parte de Iraq. En 2003, el Reino Unido y EE.UU. atacaron Iraq y depusieron el gobierno de Saddam Hussein, al que habían acusado de apoyar a terroristas y poseer y desarrollar armas nucleares, químicas y biológicas.
Cambio de guardia en el palacio de Buckingham, vistosa ceremonia que forma parte de las tradiciones ...
Archivo Edit. Santiago
Enciclopedia Universal. 2012.